13 de noviembre de 2011

LOS DIAMANTES Y SUS TALLAS

Diamonds are a girl's best friend




Ya nos lo decía Marilyn
y despúes

Nicole Kidman en la famosa canción, y ahora lo digo yo también, los diamantes son los mejores amigos de una mujer, y si más no, sus grandes aliados en un sinfín de ocasiones. Amados, envididados, admirados, deseados y codiciados, los diamantes forman parte de nuestra cultura y están presentes en celebraciones, compromisos, momentos románticos, aniversarios, tradiciones y sobretodo en las peticiones de mano.
¿Pero sabes distinguirlos? Y no me refiero a detectar unos buenos de unas circonitas, si no a clasificarlos según su talla. Es más fácil de lo que parece, sólo hay que tener la información necesaria y voilà! Brillarás con tus conocimientos en cualquier evento. Hoy nos dedicamos a dar un paseo por las tallas más habituales.
¿Preparados para la lección? ¡A tomar nota y a deslumbrar! Y chicos, ¡esto también va por vosotros!
Empecemos por el principio. La piedra, o gema si nos ponemos más técnicos, es el diamante (no el brillante, solemos confundirlo) carbono en estado puro, transparente e incoloro y el material más duro sobre la faz de la tierra. Viene de lugares exóticos y lejanos como Rusia, Sudáfrica y Australia principalmente.
Pero la cosa no es tan fácil, no salen de la mina y nos los colgamos de las orejas o del dedo, primero tienen que pasar por el taller y someterse a complicados y exhaustivos procesos que dejo pendientes de explicación para otra ocasión, pero en resumen, se trata de un proceso para sacarles una buena talla y hacer que brillen al máximo.
Y aquí empieza la lección, en las tallas.


Talla Brillante: La más popular, la más conocida, la más solicitada. De 57 a 58 facetas (una faceta es la cara que refleja la luz) de forma redonda o como un cono, es la talla que más optimiza el peso del diamante. Tiene además los mejores ángulos y  proporciona máximo retorno de luz en la parte superior del diamante, con lo que suele ser una talla apropiada para solitarios y pendientes dormilonas. El nombre de Brillante se lo dio Marcel Tolkowsky en 1919.


Talla Princesa: se parece al estilo brillante pero tiene las esquinas angulosas y sin truncar. Es perfectamente cuadrada y no rectangular y con la culata tallada como la brillante. Suele tener 76 facetas, lo que hace que sea una talla más centelleante y con más fuego. Esta talla fue descubierta en 1963 y deriva de la talla bade Radiant, de la que surgen las tallas rectangulares.



Talla Esmeralda: también llamada Octogonal, adopta su nombre de la forma más habitual de tallar las preciosas piedras verdes, las Esmeraldas. Suele ser rectangular, y dicen que es la más elegante, eso sí, para lucir bien tiene que ser muy grande (mínimo 3 kilates, que se dice rápido) y se talla en galerías o hileras (de 48 a 50), así como si fuera una escalera de 4 lados.



Talla Marquesa: esta talla tiene una leyenda detrás, y es que dicen que el nombre le viene por la Marquesa de Pompidou, o más concretamente, por la forma de los labios de la misma. Parece que el mismísimo Rey Sol, quería una piedra con la forma de la boca de la marquesita, no entraré a pensar por qué se le antojó algo así al buen señor. El caso es que esta talla se caracteriza por tener forma alargada terminada en punta por ambos lados. Esto hace que tenga un brillo increíble en el centro que pierde fuerza, lógicamente, en los extremos. Con las mismas facetas que un brillante, es mucho más delicada y complicada de conseguir, caprichosa, como los labios de una gran dama. Se la conoce también bajo el nombre de Naveta.


Talla Pera: o lo que vendría siendo una lágrima, o una gota de agua. Es una talla muy favorecedora y la más demandada después del brillante, que se mantiene siempre en el primer puesto. Y en cuanto a la forma está a medio camino entre el brillante y la marquesa, ya que su parte redonda brilla con intensidad y pierde brillo en la punta.



Talla Corazón: lo habéis adivinado. Seguro que lo veíais venir. Es la top preferida por celebrities y mujeres estadounidenses, como no podía ser de otra manera. Romántica y con un punto algo naïf, de 59 facetas, refleja bien la luz y tiene eso, forma de corazón, de los que dibujan los niños pequeños con la flecha de cupido en medio.



Talla Oval: Lazara Kaplan la descubre y la bautiza a principios de los 60. De 56 facetas tienen una ventaja añadida, y es que su forma produce un efecto óptico de alargamiento, con lo que queda perfecta en sortijas destinadas a dedos anchos o poco estilizados. Otro gran guiño de los diamantes a las mujeres del mundo. En realidad es una modificación oval del brillante tradicional.


Talla Baguette: proviene tal cual de la barra de pan francesa, porque es alargada y estrecha. Muy pura y luminosa, es muy similar a la esmeralda pero completamente rectangular. Recuerda a pequeños lingotes de oro en su forma, y es elegante y soberbia.

Y podría seguir hablando de diamantes mucho más, pero creo que el tema de peso, color, simetría, destello, pulido pureza y otras cuestiones las podemos dejar para una segunda parte, ¿verdad?

Ahora ya no habrá talla que se os resista, en el ¡Hola!, en las revistas de moda, las películas de Hollywood, o la envidiada estupendosa que se siente al lado en el salón de belleza.


Y recordad la frase de De Beers: Un diamante es para siempre

Seguro que tú ya tienes un favorito! ¡Cuentánoslo!